STRESS SOCIAL y SALUD MENTAL
La tensión social y política de los últimos meses puede estar pasando factura a algunas personas.
Nos encontraríamos con 2 situaciones claramente diferenciadas
1.- personas con un trastorno psicológico previo, como puede ser depresión y/o ansiedad, que estaban evolucionando favorablemente y que a raíz de los acontecimientos se descompensan ya sea empeorando claramente o retrocediendo a alguno de los síntomas que ya habían desaparecido.
2.- personas que sin patología previa diagnosticada, aparece un incremento anormal de la ansiedad y incertidumbre.
Está claro que no se trata de “enfermos”, pero han de buscar estrategias para gestionar esas emociones de forma correcta.
¿Como? A través de estrategias sociales, grupales e individuales que le ayuden a disminuir los síntomas.
DESENCADENANTES OBJETIVABLES
Objetivamente se han vivido 2 momentos de alta conflictividad social, de stress social; los atentados del pasado mes de Agosto en Barcelona y la alta tensión política vivida prácticamente a continuación. A esta última se añade además la inestabilidad económica.
La proximidad en el tiempo de estos dos eventos refuerza la sensación de angustia porque altera la percepción de seguridad de comunidad que tenemos. El hecho de que no se vislumbren indicativos próximos de finalización contribuye a que se mantenga el tono de alerta continuado…..
En este sentido, nos podremos encontrar con una especie de trastorno adaptativo colectivo que se caracteriza por:
– insomnio
– irritabilidad
¿CUANDO DEBERIAMOS PREOCUPARNOS?
Consideramos que un sentimiento de angustia ante lo vivido estos últimos meses es normal, pero puede llegar a patologizar.
Nos encontraríamos ante una situación de STRESS AGUDO, cuando alrededor de acontecimientos actuales estresantes aparece nerviosismo, taquicardia, insomnio, conductas inhabituales y gran reactividad. Este stress agudo, manejado correctamente, uno puede recuperarse en un par de meses
El STRESS POST-TRAUMATICO (no agudo) tiene una aparición más tardía, respecto a la situación que lo ocasionó.
El síntoma más característico son las ideas e imágenes intrusivas que vuelven a la mente de forma incontrolada. Son recuerdos e imágenes que provocan gran malestar y que pueden llegar a condicionar seriamente la vida presente.
Se les llama “víctimas ocultas”, porque las manifestaciones irán apareciendo en futuras semanas o meses.
En este caso el periodo de recuperación es mucho más largo y a veces es necesario soporte farmacológico además de ayuda psicológica
Una vez se ha individualizado la demanda, el objetivo final es ayudar a que la persona pueda gestionar su ansiedad y no precipite en algunos casos hacia el desbordamiento inmediato (stress agudo) o diferido (stress post-traumático) ; y en otros como ayuda preventiva cuando existe riesgo, ya sea en personas muy sensibles o bien en aquellas que habían presentado anteriormente algún transtorno ya resuelto
Dra. Montserrat Terradas Cullell
Medico Psiquiatra. Directora de Te-Sis
Miembro de ASEPP (Asociación Española de Psiquiatria Privada)