¿Por qué las mujeres consumen más psicofármacos que los hombres?

¿Por qué las mujeres consumen más psicofármacos que los hombres?

 

Invtablets-1001224_1920estigaciones realizadas tanto en países europeos como en Estados Unidos muestran la mayor prescripción de psicofármacos en mujeres que en hombres. El ratio de mujeres usuarias, cuando las comparamos con los varones, era cercano al 2:1.

Por lo que a España se refiere, las benzodiacepinas constituyen uno de los fármacos más prescritos. Según la OCU (Organización de consumidores y usuarios) el consumo de estos fármacos desde 2016 ha aumentado en nuestro país un 57% en 12 años y no ha dejado de crecer durante ese tiempo. El consumo en España de benzodiacepinas, familia de medicamentos de los somníferos y los ansiolíticos, es de los más elevados de Europa. El gasto sanitario en España es cuatro veces más que en Alemania o el Reino Unido e incluso superior al de Estados Unidos.

En este artículo trataré de resumir los hallazgos más relevantes del trabajo “Mujeres y prescripción de psicofármacos”, un estudio comparativo en tres comunidades autónomas”, realizada en España por un equipo interdisciplinario.

La transformación de los medicamentos en bienes de consumo, promovida por las empresas productoras, y muchas veces con poco o ningún control por parte de las autoridades sanitarias, ha terminado por engendrar una sociedad medicalizada. Y es aquí donde la mujer tiene un papel muy especial, al ser ellas no sólo las principales consumidoras de muchos productos farmacéuticos, sino también los agentes de salud en las propias familias. Este consumo, sin embargo, no aporta los beneficios que promete sino que, al contrario, provoca nuevos problemas que conviene analizar en profundidad.

No se puede negar que el sexo abarca diferencias. La práctica clínica depende de si el paciente es hombre o mujer y varía entre médicos y médicas (Sánchez, 2003).Diversos estudios han mostrado en los últimos años que la salud tiene género, pues tanto en la profesión médica como en la atención a los pacientes hay diferencias por sexos. Hay especialidades típicamente masculinas y típicamente femeninas. También hay diferencias en la atención médica si el paciente es hombre o mujer e incluso en la disposición del paciente si es atendido por un médico o una médica.

En este sentido, se trata de preguntarse por los motivos que llevan a las mujeres consumidoras de psicofármacos a los/as médicas prescriptotes a prescribirlos de forma diferencial. Trataremos de comprender este fenómeno desde una doble perspectiva. Por un lado, la demanda de las mujeres consumidoras (motivos de consumo, cuándo y por qué utilizan a estrategia y qué condiciones llevan aparejadas) y por el otro lado, el porqué de la prescripción y si existe sesgo de género que favorezca una prescripción anclada en el estereotipo femenino.

Las mujeres recurren a los psicofármacos para aliviar tres síntomas fundamentales: ansiedad, estrés y depresión, aunque diferencian según el momento vital en cuanto a los síntomas que expresan o a la forma de manifestar sus malestares:

· Las mujeres jóvenes articulan su discurso en torno a la ansiedad. En este grupo de mujeres el conflicto de roles, la responsabilidad individual para cumplirlos y el miedo que desencadena la incertidumbre ante la necesidad de aceptación externa son elementos fundamentales asociados a signos y síntomas.

· Las mujeres de edad mediana articulan su discurso en torno al estrés. En la edad media encontramos situaciones asociadas al cumplimiento de roles tradicionales ya la aceptación de la dominación masculina, lo que lleva a situaciones de violencia simbólica, a la casa y los niños, junto a la necesidad de sentirse aprobadas por sus compañeros y a la escasa autoestima.

· Las mujeres de edad mayor articulan su discurso en torno a la depresión .En este grupo signos y síntomas se asocian a la resignación y al deseo de haber tenido, al menos, las posibilidades de hacer cosas distintas, pero se resisten para evitar ansiedad.

Las mujeres son conscientes del proceso de medicalización “de los malestares” a que son sometidas. Y por lo que se desprende de sus discursos nada nos debe llevar a pensar que las mujeres son entes pasivos .Son numerosas las estrategias que establecen para contrarrestar la medicalización, como regularlas dosis, rechazarla o regular el tiempo e inicio del consumo.

En el discurso de los/as profesionales se reconoce una respuesta de medicalización ante estos procesos asociados al ciclo vital de las mujeres. En los discursos de los profesionales se

ve cómo los estereotipos de género influencian la forma de identificación y diagnóstico de patologías, como la ansiedad o depresión asociadas a los malestares.

Cuando se acercan al perfil de usuarios/as de psicofármacos en general, se habla, fundamentalmente, de mujeres más afectadas por problemas relacionados con el cuerpo cuando son jóvenes, y con situaciones de doble jornada en sus edades medias. Las mujeres mayores se incluyen en el grupo de ancianos/as, señalado como de alto riesgo.

En la interacción médico/a paciente, se produce una negociación entre ambos, apareciendo la necesidad de recetar un fármaco para que el paciente se sienta satisfecho, y en distintas negociaciones de cara a la prescripción como la posible variación de la dosis por parte del o la paciente a su utilización como medio para superar momentos de crisis vitales, los profesionales sienten que en el modelo de Atención Sanitaria en el cual trabajan no pueden plantear situaciones alternativas y señalan la falta de tiempo y el gran número de pacientes como condicionantes de la prescripción.

Como conclusión hay que resaltar que los psicofármacos no construye la solución a los malestares de las mujeres como se ha podido constatar en esta investigación que se revisa, por lo que habrá que buscar otras alternativas, más allá del tratamiento farmacológico La promoción de la salud constituye el marco ideal para el encuadre de esa búsqueda ya que desarrolla el sentido de responsabilidad individual, familiar y social ante la propia salud y ajena.

En nuestro centro Te-sis planteamos tratamientos integrales teniendo en cuenta el abordaje biopsicosocial y contando con un equipo multidisciplinar especialista en el tratamiento de las adicciones con profesionales de la salud que tiene sensibilidad de género.

Referencia Artículo: Mujeres y psicofármacos: Las voces y los ecos

Autores: Amando Vega, Núria Romo, Iñaki Markez, Mónica Poo, Carmen Meneses y Eugenia Gil.

http://scielo.isciii.es/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0211-57352004000300004

 

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