Hijos parentalizados: la ruptura el orden natural en la familia
Igual que o esperamos ver en un parque de atracciones a un niño llevando de la mano a su padre para montarlo en los coches locos o comprándole un algodón de azúcar, detrás de las paredes de un hogar sí que ocurre algo parecido, hay una inversión de los papeles en la jerarquía familiar. Es decir, familias donde el padre/madre hace de hijo/a y el hijo/a hace de padre/madre. No creáis que se da en pocas ocasiones, y sí, estas familias no necesariamente vienen de ambientes caóticos (familias desestructuradas), todos hemos tenido familiares que ocupan este lugar en su familia e incluso nosotros mismos hemos podido ocupar este rol en nuestras familias de origen.
El hijo parentalizado es “un buen hijo”. Es, como diríamos, “el hijo modelo, maduro y considerado”, con las necesidades de sus padres. Puede ser un niño retraído, dependiente y preocupado, a veces rígido, pero siempre entregado. En la adultez son personas hiperrresponsabilizadas y con un nivel de entrega y lucha condecorable en cualquier ejército. Por contra, si existen hermanos en esta familia, pueden estar en el otro polo. Puede existir la figura del “desresponsabilizado, inmaduro y egoísta”. En palabras de sus familiares, “el que va a su bola”. Es el otro hijo que asume ser cuidado/ignorado como el padre/madre exculpado, ausente o enfermo.
El fenómeno de la parentalización se presenta cuando hay una asunción o asignación de un rol parental a niños y adolescentes. La disfunción se da cuando la delegación de roles patentales supera la edad y madurez de los hijos e hijas menores de edad, afectando su desarrollo psicosocial, además de representar un conflicto de lealtad con la figura parental. En conjunto con el análisis del fenómeno de parentalización, se aborda su relación con componentes de género y con el concepto de resiliencia. Además de su ubicación en el contexto de vulneración de derechos.
El fenómeno de la parentalización es un concepto emergente, por ello esta nota de prensa pretende concienciar a padres, madres e hijos aludidos para que intenten trabajar estas relaciones equivocadas y abusivas para el hijo que las padece.
La identificación temprana de factores que causan estas relaciones familiares (adicciones parentales, incapacidad física de alguno de los padres, familias monoparentales sobrecargadas o trastornos psicológicos/mentales en uno de los padres) pueden conducir a tratar las causas primarias que preceden este desequilibrio de roles en las familias, evitándose de esta forma uno de los abusos infantiles más frecuentes en las familias.
El equipo de Te-sis está formado por profesionales expertos en tratamientos en la etapa infanto-juvenil. Desde una orientación sistémica-relacional y una perspectiva multidisciplinar pueden ayudarte si detectas estas dificultades en tu familia.
En nuestro centro realizamos estudios diagnósticos y propuestas de tratamiento que incluyen tratamiento psicológico individual, intervención familiar y tratamiento farmacológico. Nuestro centro también ofrece un Grupo informativo para padres y madres que pueden resultarte de ayuda.
Tamara Jiménez Gómez
Psicóloga
Miembro del Equipo Te-Sis
